El Mundo Indígena 2021: Botsuana
Botsuana es un país de 2.317.233 habitantes que celebró sus 50º años de independencia en 2016. Su Gobierno no reconoce a ningún grupo étnico específico como indígena, sino que sostiene que todos los ciudadanos del país lo son. Sin embargo, el 3.14 % de la población se identifica como perteneciente a grupos indígenas. Entre ellos se encuentran: los San (conocidos en Botsuana como Basarwa), que suman unos 68.000 habitantes; los Balala (2.350), y los Nama (2.750), un pueblo de habla khoekhoe. En el pasado, los San eran tradicionalmente cazadores-recolectores, pero en la actualidad la gran mayoría se dedica al pastoreo a pequeña escala, a la ganadería o a economías mixtas. Pertenecen a un gran número de subgrupos, la mayoría con sus propias lenguas, como los Ju/'hoansi, Bugakhwe, Khwe-ǁAni, Ts'ixa, ǂX'ao-ǁ'aen,! Xóõ, ǂHoan, ‡Khomani, Naro, G/ui, G//ana, Tsasi, Deti, Shua, Tshwa, Cuaa, Kua, Danisi y /Xaise. Los San, Balala y Nama se encuentran entre los pueblos más desfavorecidos de Botsuana, con un alto porcentaje de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza. De los San, se calcula que sólo trescientas personas son cazadores-recolectores a tiempo completo.
Botsuana es signataria de los convenios sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, sobre los Derechos del Niño y sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, y votó a favor de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Sin embargo, no ha firmado el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas y tribales. No existen leyes específicas sobre los derechos de los pueblos indígenas en el país, ni el concepto de pueblos indígenas está incluido en su Constitución. Botsuana participa normalmente en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, pero su 19º reunión anual en Nueva York, prevista para abril de 2020, se pospuso debido a la pandemia del COVID-19s.
Cuestiones políticas
En 2020 no se produjeron cambios en la legislación que afecte a las comunidades indígenas o minoritarias. Botsuana sí redactó una revisión intermedia de sus avances en la aplicación de las recomendaciones que recibió de otras naciones en 2018, cuando el país participó en el proceso del Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Ditshwanelo, el Centro de Derechos Humanos de Botsuana, convocó a representantes de más de treinta ONGs interesadas para preparar una respuesta al examen del Gobierno.
Según el informe de Ditshwanelo, Botsuana había aceptado 93 de las 207 recomendaciones formuladas por otros Estados. El examen de las partes interesadas determinó que solo tres se habían aplicado plenamente. Del resto, se había hecho algún progreso en aproximadamente el 54 % de las recomendaciones, mientras que el 43 % no se había aplicado. No se había avanzado en absoluto en la aplicación de cuatro recomendaciones sobre la incorporación de convenios de derechos humanos que la propia Botsuana ha ratificado en la legislación nacional. Se ha avanzado en la aplicación de las recomendaciones sobre la protección de los huérfanos y los niños vulnerables, la prevención del sida y la trata de personas. Aunque se habían producido algunas mejoras en el acceso a la atención sanitaria, las partes interesadas informaron que los niños San que no habían nacido en hospitales carecían de certificados de nacimiento y los adultos San solían carecer de documentos de identidad, ambos necesarios para el acceso gratuito a la atención sanitaria y a otros servicios gubernamentales. Los revisores constataron que existía “un desfase entre los programas y las políticas, y unos resultados deficientes en relación con la salud de los niños: más de la mitad de los menores de cinco años mueren antes de cumplir los cinco años”.[1]
COVID-19
El Gobierno de Botsuana declaró la emergencia del COVID-19 el 31 de marzo de 2020, lo cual dio lugar a un bloqueo y a restricciones de viaje. El bloqueo se prorrogó a finales de septiembre de 2020 y se volvió a imponer a finales de ese mismo año. La Organización Mundial de la Salud estimó que Botsuana tenía una de las tasas de mortalidad por COVID-19 más bajas de África. Las principales repercusiones del COVID-19 incluyeron una reducción de los ingresos y el empleo en el país, ligada en parte a la considerable disminución del número de turistas que entraban en Botsuana. El Gobierno cambió sus prioridades presupuestarias, aumentando la financiación del Ministerio de Salud y Bienestar para hacer frente a la pandemia y sus impactos.
Los ingresos procedentes de los minerales, incluidos los diamantes, que dominan la economía de Botsuana, disminuyeron un 6 % según las cifras económicas del Gobierno de Botsuana. No se registraron muertes por COVID-19 en Botsuana entre los San, Balala o Nama durante 2020, pero los niveles de ingresos y el empleo disminuyeron debido a la pandemia. La Red Juvenil San organizó un programa para suministrar alimentos, desinfectantes de manos y máscaras a las comunidades Ghanzi durante la pandemia de COVID-19. También proporcionaron información a los miembros de la comunidad sobre el distanciamiento social y otras recomendaciones en las lenguas maternas San, elaboradas por el Fondo de los Pueblos del Kalahari.[2]
Cuestiones relacionadas con la caza
Durante 2020 se plantearon varias cuestiones en Botsuana en relación con los pueblos indígenas y las minorías. El presidente Mokgweetsi Masisi eliminó la prohibición de la caza en todo el país y abrió subastas de licencias de caza de elefantes a principios de 2020. Como consecuencia, comunidades San, como Khwaai y Mababe, hicieron ofertas para las licencias, y a Mababe se le asignó un total de veinte elefantes. Sin embargo, cuando intentaron asignarlas a los posibles cazadores de safari, descubrieron que un antiguo funcionario del Departamento de Vida Silvestre y Parques Nacionales se había confabulado supuestamente con un operador de una empresa de safaris estadounidense para obtener las licencias al bajo precio de 1.5 millones de pulas para sus clientes. Estos incidentes provocaron una enorme división en la comunidad de Mababe y dieron lugar a peticiones de una investigación oficial por parte del Ministerio de Recursos Naturales, Medio Ambiente y Turismo.[3]
A partir de mayo de 2020, se observó un aumento en el número de cadáveres de elefantes cerca de la aldea de Seronga, en el delta del Okavango.[4] Finalmente, el número de muertes de elefantes ascendió a unos cuatrocientos. Hicieron falta varios meses de pruebas para determinar la causa más probable, que era posiblemente una cianobacteria o un alga tóxica.[5] Los colmillos de los elefantes no fueron extraídos, por lo que se descartó la caza furtiva. Sin embargo, el 14 de agosto de 2020 se encontraron colmillos de elefante en poder de tres Tsexa San de Mababe, que fueron detenidos. Sus acciones fueron condenadas por el Fondo de Desarrollo de la Comunidad Mababe Zokotshama.
La Fuerza de Defensa de Botsuana (BDF) no abatió a ningún San, Nama o Balala en 2020, pero sí a miembros de otros grupos, algunos de ellos procedentes de Namibia y Zambia, durante las operaciones contra la caza furtiva. La política de “disparar para matar” del Gobierno de Botsuana fue cuestionada por el Gobierno de Namibia.[6] El 24 de marzo de 2020, cuatro hombres G//ana San fueron detenidos por la policía de Botsuana por caza ilegal en la Reserva de Caza del Kalahari Central (CKGR). Su juicio en el Tribunal de Magistrados de Ghanzi, fijado para el 10 de junio, fue aplazado[7] y al 31 de diciembre de 2020 aún no se había celebrado. Smith Moeti, activista San, dijo que los cargos eran solo un indicio del reciente aumento del acoso y la persecución del Gobierno a los San y Bakgalagadi en la Reserva de Caza del Kalahari Central.[8]
La cuestión de los cazadores de trofeos y su relación con las comunidades siguió siendo importante en 2020. En algunos casos, las organizaciones comunitarias consideraban que se beneficiaban de las operaciones de caza de safari, pero que esos beneficios habían disminuido considerablemente con la imposición de la prohibición de la caza. En respuesta, los fideicomisos comunitarios estaban intentando diversificar sus fuentes de ingresos y establecer vínculos con empresas y ONGs que trabajan en el ámbito del ecoturismo. Se alegraron de que se volviera a permitir la caza de trofeos en 2020 porque los beneficios económicos eran elevados en comparación con otras actividades.[9]
Problemas de la industria extractiva en Botsuana
Los principales problemas de la minería y la prospección desde la perspectiva de las minorías indígenas son a) el empleo (pocos San, Nama o Balala han obtenido puestos de trabajo); b) los beneficios de las operaciones mineras no se comparten con las comunidades, sino que se pagan como regalías al Gobierno o se mantienen como beneficios para las empresas mineras, y c) en algunos lugares, los San han sido excluidos de los lugares de explotación minera, como ocurrió en Letlhakane, en el distrito Central; en la zona de Gope (Ghaghoo) de la Reserva de Caza del Kalahari Central; en el lugar de explotación minera de Khoemacau, en el río Toteng, en el distrito Noroeste, y en el distrito norte de Ghanzi.
En 2020, la empresa que había comprado la mina de Gope (Ghaghoo) en la Reserva de Caza del Kalahari Central, ProCivil, hizo gestiones para renovar los trabajos de la mina. Los antiguos empleados de Gem Diamonds, antigua propietaria de la mina, afirmaron que no habían sido contratados por ProCivil. Los miembros de la comunidad de Ghagoo se quejaron de que los nuevos guardias de la mina acosaban a sus animales domésticos y de que la empresa no había suministrado agua a las comunidades aledañas. Cuando era propiedad de Gem Diamonds, Ghaghoo había proporcionado grifos fuera de la zona de la mina para que los utilizara la población local.
Reconnaissance Energy Africa (ReconAfrica), una empresa petrolera canadiense que está explorando en busca de petróleo y gas en el distrito Noroeste de Botsuana (Licencia 001/2020), ya ha comenzado a perforar en la adyacente Namibia.[10] Las comunidades del norte de Botsuana estaban preocupadas por las exploraciones de ReconAfrica y por los posibles efectos de la fracturación hidráulica (fracking) en la capa freática y los efectos de las operaciones de perforación en la vegetación y la fauna locales. El Comité de Desarrollo de la Aldea de las Colinas de Tsodilo declaró que funcionarios de la empresa y del Gobierno les habían dicho que probablemente tendrían que ser reasentados en un lugar desconocido al sur de Tsodilo.[11] El Fondo de Desarrollo de la Comunidad de Tsodilo tiene previsto impugnar la posibilidad de reasentamiento por medios legales.
En 2020 hubo quejas continuas de las comunidades San sobre la alteración de las tumbas San en las zonas mineras, además, los funcionarios de las empresas mineras de los distritos Central y Noroeste les dijeron que no podían visitar sus tumbas ancestrales.[12]
Cuestiones relacionadas con la Reserva de Caza del Kalahari Central (CKGR)
Las comunidades de la Reserva de Caza del Kalahari Central siguieron planteando sus preocupaciones al Gobierno de Botsuana y al Consejo del distrito de Ghanzi en 2020. A finales de octubre, varios ministros del Gobierno volaron a la reserva y dijeron a los residentes que se perforarían seis pozos de sondeo allí. No se facilitó a las comunidades ningún dato concreto sobre la ubicación de los pozos, ni se pidió a los miembros de la comunidad que dieran su opinión.[13] Preguntaron específicamente a los ministros si había planes para reasentarlos, pero no respondieron a esta pregunta.
Los miembros de la comunidad expresaron su preocupación por los planes del Consejo del distrito de Ghanzi de crear una granja de animales salvajes (de caza). Esta iba a ser una granja con animales salvajes que se venderían en subasta a los agricultores o se mantendrían para la caza por parte de los clientes que pagaran. Esta granja, para disgusto de las comunidades, estaba alejada de la reserva, como señalaron los miembros de la comunidad de la Reserva de Caza del Kalahari Central a un subcomité del Consejo de Ghanzi cuando visitaron la reserva.[14] Las comunidades también solicitaron que el Gobierno permitiera al abogado británico Gordon Bennett regresar a Botsuana para asesorarles sobre cómo garantizar sus derechos legales sobre la tierra y los recursos de la reserva.[15]
Los planes del Gobierno de construir una valla a prueba de elefantes desde la frontera con Namibia hacia el este, a través de la frontera norte de la Reserva de Caza del Kalahari Central y bajando por el lado oriental de la reserva antes de dirigirse hacia el este hasta la frontera con Sudáfrica, fueron cuestionados repetidamente en varias reuniones por los miembros de la comunidad de la reserva durante 2020. También, fueron cuestionados los planes del Gobierno de construir un ferrocarril transcalahariano desde la mina de carbón de Morupule, cerca de Palapye, viajando hacia el oeste a través de la reserva y el distrito de Ghanzi, al sur de las granjas de Ghanzi, hasta Walvis Bay, en Namibia. En ambos casos, los habitantes de la reserva preguntaron al Gobierno si se había realizado una evaluación de impacto ambiental para la valla y el ferrocarril. El Gobierno aún no ha revelado las evaluaciones de ninguna de las dos actividades previstas.
Al menos cuatro empresas de prospección de diamantes operaban en la Reserva de Caza del Kalahari Central en 2020 y, durante las reuniones de consulta con la comunidad, sus miembros se preguntaban si las empresas cumplían la normativa medioambiental del Gobierno. Los habitantes de la reserva querían saber más sobre el Proyecto del Ecosistema de las Tierras Secas de Kgalagadi-Ghanzi (KGDEP) y qué beneficios y riesgos se preveían para los miembros de la comunidad de la reserva, especialmente porque los planes del proyecto incluían la ampliación de las operaciones contra la caza furtiva.[16] Por último, los funcionarios del Gobierno informaron a los miembros de la comunidad de la reserva que no tenían derecho a cultivar en el Kalahari Central, algo con lo que estaban muy en desacuerdo. [17]
Nuevo sistema de agua para el asentamiento de los Bere
Con una subvención del Banco Mundial, el Gobierno de Botsuana planea construir un nuevo sistema de agua para el asentamiento de los Bere, en el distrito de Ghanzi, un asentamiento San que existe desde la década de 1960. Se construirá un nuevo depósito y tuberías, y se mejorará el pozo existente.[18] La población de los Bere se ha duplicado en la última década, pasando de 778 habitantes en 2011 a 1412 en 2018,[19] en parte debido al reasentamiento de un centenar de personas de Ranyane, después de que el Consejo del distrito de Ghanzi desmantelara el pozo de sondeo de Ranyane.[20] No está claro de dónde proceden los más de quinientos residentes adicionales.
Problemas con los internados para niños San
El 4 de mayo de 2020, una niña San de once años que vivía con su familia en un puesto ganadero del noroeste de Botsuana se suicidó colgándose de un árbol tras ver que el vehículo de un trabajador social se acercaba a su casa. Al parecer, la niña tenía miedo de que el trabajador social viniera a llevarla de vuelta al internado en Kuke en el que estudiaba. La escuela, situada en el distrito de Ghanzi, atiende principalmente a estudiantes San, y desde hace años tiene un alto índice de abandono escolar. Un trabajador social de Ghanzi fue citado en un artículo de prensa hablando de lo difícil que era tratar con los niños absentistas: “A veces utilizamos la fuerza y los perseguimos, los metemos en el vehículo y los llevamos a la escuela”.[21]
En julio de 2020, el Consejo de Khwedom y la Red Juvenil San celebraron una reunión virtual de veinte líderes San de toda Botsuana para discutir el incidente. Fueron unánimes en su opinión de que los albergues suelen estar superpoblados. Los cuidadores, pocos de los cuales son descendientes de los San, discriminan a los niños San, no los supervisan, no se ocupan de su salud ni evitan los abusos sexuales.
En septiembre de 2020, un profesor de la Escuela Juvenil de Makgadikgadi, en el distrito Central, cuyos alumnos son en su mayoría San, se quejó a los funcionarios de la escuela de que los niños eran golpeados en exceso, se les negaba la comida e incluso se les desnudaba como castigo por supuestas malas acciones. Un segundo profesor añadió que los alumnos, una vez despojados de la ropa, también habían sufrido abusos sexuales.[22]
A principios de 2020 se realizó una evaluación de la capacidad de los servicios sociales de Botsuana para proteger a los niños de la violencia. El estudio, financiado por UNICEF y realizado en colaboración con el Departamento de Protección Social de Botsuana,[23] descubrió que la grave falta de personal en los internados de Botsuana era un problema sistémico que permitía el abandono y el abuso desenfrenados de los niños. Según el informe, una de las principales razones de la falta de personal era la suspensión de la contratación de personal en la administración pública impuesta por el Gobierno en 2013.[24]
Llamados de mujeres y jóvenes indígenas
En septiembre de 2020, el presidente Mokgweetsi Masisi propuso enmendar la Política de Tierras de Botsuana de 2015 para dar a las mujeres casadas de Botsuana el derecho a poseer tierras.[25] Algunos San tienen certificados de tierras agrícolas, por lo que esta política afectará a las mujeres San.
Varias organizaciones de mujeres, entre ellas el Centro de Prevención y Apoyo a la Violencia de Género y la Red Juvenil San, pidieron en declaraciones públicas que se prestara mayor atención a los derechos de las mujeres en el país, especialmente el derecho a no sufrir abusos domésticos, algo que afecta tanto a las mujeres San como a las que no lo son.[26] En septiembre, y de nuevo en noviembre de 2020, los San pidieron al Gobierno en declaraciones públicas que enseñara las lenguas maternas de los San en todo Botsuana, tras escuchar que las lenguas minoritarias se enseñarían en las escuelas de Ngamiland.[27]
Los pueblos indígenas y minoritarios dijeron colectivamente que esperaban que 2021 fuera un año en el que las vacunas contra el COVID-19 estuvieran disponibles para todos, que la economía mejore y que Botsuana aumente sus esfuerzos para promover los derechos humanos y la justicia social en el país.
Robert Hitchcock es miembro de la junta directiva del Fondo para los Pueblos del Kalahari (KPF), una organización sin ánimo de lucro dedicada a ayudar a la población del sur de África. Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Judith Frost es editora e investigadora con sede en Nueva York que lleva muchos años dedicada a las cuestiones de los pueblos indígenas. Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Este artículo es parte de la 35ª edición de El Mundo Indígena, un resumen anual producido por IWGIA que sirve para documentar e informar sobre los desarrollos que han experimentado los pueblos indígenas. La foto de la publicación muestra el bloqueo que la comunidad indígena de Kawemhakan, Surinam hizo en su pista de aterrizaje para evitar que los forasteros llegaran a sus aldeas y que trajeran el virus de la COVID-19 con ellos. Fotografiada por la fundación Mulokot en Kawemhakan, es la portada del Mundo Indígena 2021 donde originalmente está escrito este artículo. Encuentra El Mundo Indígena 2021 completo aquí
Notas y referencias
[1] Ditshwanelo. “Examen Periódico Universal de Botsuana (EPU) Informe de las partes interesadas de la evaluación a mitad de periodo de la sociedad civil. Tercer ciclo de la EPU” (Botswana Universal Periodic Review (UPR) Civil Society Mid-Term Review Stakeholder Report Third UPR Cycle). Gaborone: Ditshwanelo, 31 de agosto de 2020. Consultado el 2 de febrero de 2021. Disponible en https://www.ohchr.org/Documents/HRBodies/UPR/NGOsMidTermReports/CSJointSubmissionBotswana31Aug2020.pdf
[2] Morris, Job. Comunicación personal, 14 de octubre de 2020 y Fondo para los Pueblos del Kalahari. Comunicación personal, 18 de octubre de 2020.
[3] Mmana, Francinah Baaitse. “La saga de la caza de elefantes divide a la comunidad” (Elephant hunting saga divides community). Okavango Voice, 10 de marzo de 2020. Consultado el 2 de febrero de 2021. Disponible en https://news.thevoicebw.com/2020/03/elephant-hunting-saga-divides-community/
[4] K. Ontebetse, Khonani. “El aumento del número de cadáveres de elefantes desconcierta a los funcionarios” (Spike in elephant carcasses numbers baffle officials). Sunday Standard, 16 de julio de 2020. https://www.sundaystandard.info/spike-in-elephant-carcasses-numbers-baffle-officials/
[5] S. Azeem, R. Bengis, R. van Aarde y A.D.S. Bastos. “Muerte masiva de elefantes africanos en Botsuana: Patógeno, veneno o una tormenta perfecta” (Mass Die-Off of African Elephants in Botswana: Pathogen, Poison, or a Perfect Storm). African Journal of Wildlife Research 50(1):149-156.
[6] Mowena, Nicholas. “Namibia no está contenta con los asesinatos extrajudiciales de las BDF”(Namibia is not happy with BDF extra judicial killings). Botswana Guardian, 12 de noviembre de 2020.
[7] Moeti, Smith. Comunicación personal, 31 de marzo de 2020.
[8] Ontebetse, Khonani. “El grupo de derechos con sede en el Reino Unido Survival International renueva su lucha contra el Gobierno de Botsuana”(UK based rights group Survival International renews fight against Botswana govt). Sunday Standard, 15 de junio de 2020. Consultado el 2 de febrero de 2021. Disponible en
https://www.sundaystandard.info/uk-based-rights-group-survival-international-renews-fight-against-botswana-govt/
[9] Coe, Katherine Kellam. “Análisis de la capacidad adaptativa de las organizaciones comunitarias en el norte de Botsuana en respuesta a la prohibición de la caza”(An Exploration of the Adaptive Capacity of Community-Based Organizations in Northern Botswana in Response to A Hunting Ban). Tesis de maestría, Universidad de Montana, Missoula, 2020.
[10] Barbee, Jeffrey and Kerry Nash. “El misterio rodeo los planes para iniciar fracking cerca del río Kavango de Namibia y las colinas de Tsodilo en Botswana” (Mystery Surrounds Plans to start Fracking Near Namibia’s Kavango River and Botswana’s Tsodilo Hills). Daily Maverick, 16 de septiembre de 2020. https://www.dailymaverick.co.za/article/2020-09-16-mystery-shrouds-plans-to-start-fracking-near-namibias-kavango-river-and-botswanas-tsodilo-hills/; Barbee, Jeffrey and Laurel Neme. “Perforaciones petrolíferas, posible fracturación hidráulica planificada para la región de Okavango: el último bastión de los elefantes” “(Oil drilling, possible fracking planned for Okavango region—elephants’ last stronghold). National Geographic Society, 28 de octubre de 2020. https://www.nationalgeographic.com/animals/article/oil-drilling-fracking-planned-okavango-wilderness
[11] Comité de Desarrollo de la Aldea de Tsodilo. Comunicación personal a los autores, 14 de diciembre de 2020.
[12] Reclamaciones al Consejo de Khwedom de Botsuana, junio de 2020.
[13] Galekhutle, Mothusi. “El Gobierno perforará seis pozos en la Reserva de Caza del Kalahari Central”(Govt to Drill Six Boreholes at CKGR). Daily News, 3 de noviembre de 2020. Disponible enhttps://www.facebook.com/DailyNews.BW/posts/govt-to-drill-six-boreholes-at-ckgr-government-intends-to-drill-six-boreholes-at/3405173546198845/
[14] Consejo del Distrito de Ghanzi. “Informe de la Reserva de Caza del Kalahari Central al Consejo en pleno se llevará a cabo del 21 al 25 de septiembre de 2020”.(Central Kalahari Game Reserve Report to Full Council to be held on the 21st - 25th Sep 2020). Ghanzi: Consejo del Distrito de Ghanzi.
[15] Ontebetse, Khonani. “Los bosquimanos resucitan la lucha por los derechos ancestrales” (Bushmen Resurrect Ancestral Right Fight). Sunday Standard, 4 de octubre de 2020. Consultado el 2 de febrero de 2021. Disponible en
https://www.sundaystandard.info/bushmen-resurrect-ancestral-rights-fight/
[16] Cuestiones planteadas al personal del PNUD KGDEP, noviembre de 2020.
[17] Ontebetse, Khonani. “El grupo de derechos con sede en el Reino Unido Survival International renueva su lucha contra el gobierno de Botsuana”(UK Based Rights Group Survival International Renews Fight Against Botswana Government). Sunday Standard, 15 de junio de 2020. Consultado el 2 de febrero de 2021. Disponible enhttps://www.sundaystandard.info/uk-based-rights-group-survival-international-renews-fight-against-botswana-govt/
[18] Water Utilities Corporation, Gobierno de Botsuana. “Proyecto de Eficiencia y Seguridad de Emergencia del Agua de Botsuana (BEWSEP): Evaluación de Impacto Ambiental y Social (ESIA) y Plan de Gestión Ambiental y Social (ESMP) para el Subproyecto de Abastecimiento de Agua del Asentamiento de los Bere” [Botswana Emergency Water Security and Efficiency Project (BEWSEP): Environmental and Social Impact Assessment (ESIA) and Environmental and Social Management Plan (ESMP) for the Bere Settlement Water Supply Sub-Project] Abril de 2020.
[19] Ibid. p. 15
[20] Sapignoli, Maria. Comunicación personal, 21 de diciembre de 2020; Hitchcock, R.K. “Desplazamiento forzado, migración y reasentamiento: Un caso del Kalahari central” (Forced Displacement, Migration, and Resettlement: A Central Kalahari Case). Presentación a Core 003 - Forced Displacement, Migration, and Resettlement, Departmento de Psicología, Claremont College, Claremont, California, 2020.
[21] Mmana, Francinah Baaitse. “Niña de 11 años se suicida por miedo a la escuela” (Girl, 11, Driven to Suicide by Fear of School). The Okavango Voice, 8 de mayo de 2000. Consultado el 21 de febrero de 2021. Disponible enhttps://news.thevoicebw.com/2020/05/girl-11-driven-to-suicide-by-fear-of-school/amp/
[22] Dipholo, Kabelo. “La chatarra de los maestros en el patio de la escuela da lugar a reclamaciones por abuso de menores” (Teachers’ Schoolyard Scrap Leads to Child Abuse Claims). The Okavango Voice, 29 de septiembre de 2020. Consultado el 2 de febrero de 2021. Disponible en
https://news.thevoicebw.com/2020/09/teachers-schoolyard-scrap-leads-to-child-abuse-claims/
[23] Child Frontiers. “Protección a los niños de los grupos nómadas en Botsuana” (Protecting Children of Nomadic Groups in Botswana). Mayo de 2020. Consultado el 27 de diciembre de 2020. Disponible en https://www.childfrontiers.com/features-jun-2020-gt-botswana
[24] Child Frontiers. “Mapeo y análisis de la brecha de capacidades: Fortalecimiento de la fuerza de trabajo de servicio social para prevenir y responder a la violencia contra los niños en Botsuana” (Mapping and Capacity Gap Analysis: Strengthening the social service workforce to prevent and respond to violence against children in Botswana). Informe final. Marzo de 2020. Consultado el 27 de diciembre de 2020. Disponible en
https://childfrontiers.app.box.com/s/yr0rkq5t68kj5v6wkzoio7w009bliex5
[25] Maytham, Emma. “Los derechos de las mujeres en Botsuana” (Women’s Rights in Botswana). The Borgen Project, 6 de noviembre de 2020. Consultado el 16 de diciembre de 2020. Disponible en
[26] Red de Jóvenes San. Comunicación personal, 15 de septiembre de 2020; véase también Kamelhar, Benjamin. “Reformación del derecho a la propiedad: Cómo el poder judicial progresista de Botsuana ayuda a sacar a las mujeres de la pobreza” (Reforming the Right to Property: How Botswana's Progressive Judiciary Helps Lift Women Out of Poverty). Georgetown Journal on Law and Policy. 26 de marzo de 2020.
[27] Mmana, Francinah Baaitse. “Las escuelas de Maun utilizarán las lenguas nativas en la enseñanza”(Maun Schools to Use Native Languages in Teaching). The Voice, 1 de septiembre de 2020. Consultado el 2 de febrero de 2021. https://news.thevoicebw.com/2020/09/maun-schools-to-use-native-languages-in-teaching/. Chebanne, Andy. Universidad de Botsuana. Comunicación personal, 18 de noviembre de 2020.
Etiquetas: Gobernanza Global, Derechos Humanos