
Lula electo presidente de Brasil: ¿Qué oportunidades y desafíos vislumbran los pueblos indígenas con el nuevo gobierno?
El pasado domingo 30 de octubre, con una apretada diferencia de menos de 2 puntos, Luiz Inácio “Lula” da Silva logró imponerse sobre Jair Bolsonaro y resultó electo presidente de Brasil. Bolsonaro deja el cargo de primer mandatario con un oscuro legado en materia de políticas que afectan negativamente, entre otros, el tema indígena.
“Esperamos que algo pueda mejorar con la victoria de Lula, dado que en la historia reciente de Brasil los derechos de los pueblos indígenas nunca habían sido tan execrados como durante el mandato de Bolsonaro”, comentó Indianara Machado, Guarani-Kaiowá y miembro de la Asociación de Jóvenes Indígenas (AJI) de la Reserva de Dourados.
El resultado del proceso electoral hace resurgir los interrogantes acerca del futuro de los más de 300 Pueblos Indígenas que habitan en Brasil. En particular en el Amazonas, hogar también de la mayor concentración conocida de personas en aislamiento voluntario. Según datos del Instituto brasileño de Investigación Espacial (INPE), entre 2019 y 2021, con Bolsonaro en el poder, la tasa de deforestación de la Amazonía brasileña se incrementó en un 73%.
Esta deforestación rápida y a gran escala refleja una agenda política que privilegió los intereses de empresas y terratenientes por sobre los derechos de los pueblos indígenas constitucionalmente reconocidos. En nombre del “desarrollo nacional”, la administración bolsonarista atentó contra los procesos y las instituciones encargadas de la demarcación de tierras indígenas, liberando el acceso a territorios protegidos para su explotación económica. También durante este período se registraron violentos ataques contra pueblos indígenas por parte de grupos aliados con los intereses económicos, como sucedió con los Guarani-Kaiowá mientras reclamaban su territorio tradicional en la región del Mato Grosso do Sul.
Frente a este escenario, las esperanzas de pueblos indígenas y activistas climáticos, entre otros, están puestas sobre el gobierno del nuevo presidente Lula. En su primer discurso como presidente electo, Lula aseguró que va a luchar por la “deforestación cero” de la Amazonía y que la “pacificación del medioambiente” es un compromiso asumido con los pueblos indígenas y con la biodiversidad. De acuerdo con su sitio oficial, ya en junio de este año Lula había asegurado saber cómo proteger la Amazonía y prometió públicamente dar marcha atrás con la política abusiva de Bolsonaro con los pueblos indígenas. A nivel institucional, se comprometió a “crear un ministerio para las causas de los pueblos originarios”.
“Incluso con la victoria de Lula, continuamos nuestra lucha de forma autónoma, en defensa de nuestros derechos, rescatando nuestras conquistas arrebatadas en los gobiernos anteriores”, resaltó Indianara.
Indianara explicó que de los múltiples desafíos a los que deben hacerle frente los pueblos indígenas, preocupa particularmente el “paquete de destrucción” impulsado desde el Congreso, en su mayoría por diputados bolsonaristas, el cual incluye la desregulación de las licencias medioambientales, la legalización de pesticidas prohibidos en Europa y el acaparamiento de tierras públicas.
"IWGIA está cautelosamente esperanzada con la noticia de la victoria de Lula y esperamos que muchas de las políticas impulsadas durante el gobierno de Bolsonaro sean revertidas, para la protección de los derechos de los pueblos indígenas en Brasil y para el manejo responsable de la Amazonía", dijo la Directora Ejecutiva de IWGIA, Kathrin Wessendorf.
Foto: Minería en el río Uraricoera, Tierra Indígena Yanomami, Roraima, Brasil. Crédito: Bruno Kelly / HAY
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Etiquetas: Derechos Territoriales, Biodiversidad